La Fiscalía ha iniciado un proceso judicial contra la empresa de reparto de comida y productos Glovo, acusándola de violar los derechos de los trabajadores. Se alega que la empresa clasifica intencionadamente a sus repartidores como autónomos para evitar ofrecerles contratos laborales y beneficios sociales, lo que le otorga una ventaja competitiva desleal.
Las inspecciones laborales han detectado más de 17.000 falsos autónomos en Glovo. Como resultado, la empresa ya ha pagado 253 millones de euros en multas y reclamaciones de la Seguridad Social.
Más de una docena de repartidores de Glovo han testificado ante el tribunal, y muchos afirman que prefieren un salario fijo y derechos laborales adecuados a la inestabilidad del trabajo freelance y la falta de protección social. Algunos repartidores contaron que tras pasar todo el día trabajando, solo ganan 30 euros debido a la falta de pedidos.
El equipo legal de Glovo sostiene que la empresa ha reformado su modelo de negocio para cumplir con las normativas de trabajo autónomo, aunque no han proporcionado pruebas concretas de estos cambios.
El fundador de Glovo, Óscar Pierre, está citado a declarar en el tribunal el próximo 3 de diciembre.
Las inspecciones laborales han detectado más de 17.000 falsos autónomos en Glovo. Como resultado, la empresa ya ha pagado 253 millones de euros en multas y reclamaciones de la Seguridad Social.
Más de una docena de repartidores de Glovo han testificado ante el tribunal, y muchos afirman que prefieren un salario fijo y derechos laborales adecuados a la inestabilidad del trabajo freelance y la falta de protección social. Algunos repartidores contaron que tras pasar todo el día trabajando, solo ganan 30 euros debido a la falta de pedidos.
El equipo legal de Glovo sostiene que la empresa ha reformado su modelo de negocio para cumplir con las normativas de trabajo autónomo, aunque no han proporcionado pruebas concretas de estos cambios.
El fundador de Glovo, Óscar Pierre, está citado a declarar en el tribunal el próximo 3 de diciembre.