Entre las raíces culturales y una nueva realidad:
la experiencia de Monina Somere

Entre Expats
Monina Somere es la presentadora del pódcast multilingüe Visions and Talks, futura periodista deportiva y fundadora de la asociación ONESP, que crea espacios para la juventud africana en España. Nacida en Girona en una familia originaria de Mauritania, Monina ha conservado la lengua y la cultura de sus padres y, al mismo tiempo, se ha convertido en parte del entorno catalán y español. En el pódcast Entre Expats hablamos con Monina sobre cómo, siendo una joven con raíces africanas criada en Cataluña, tuvo que buscar referentes fuera de España, sobre el valor de ir en contra de las expectativas familiares y sobre la importancia de que los migrantes nos demos visibilidad unos a otros y podamos ser escuchados.
Cuando se me ocurre una idea,
la pongo en práctica en una semana
Una vez, hablando con una amiga, de repente pensé: «¿Y si grabamos nuestra conversación y la subimos a internet?». Así nació la idea del pódcast. Siempre escuchaba proyectos estadounidenses presentados por personas de piel oscura. Y aunque pueda parecer un detalle menor, esos ejemplos me daban fuerza: me permitían decirme a mí misma, «yo también puedo». En aquel entonces en España casi no había nada parecido, y me lancé.
Grabé el primer episodio, lo publiqué… y el día del estreno bloqueé a toda mi familia en las redes sociales. Sabía que, si lo veían, intentarían desanimarme, diciéndome que esas cosas no se hacen, que qué pensará la gente. No quería que sus palabras me apartaran de mi camino.
Pasaron seis meses y me invitaron a una entrevista en el periódico principal de Girona. Entendí que mi madre se enteraría de todas formas, así que era mejor decírselo yo misma. «Mamá, tengo un pódcast. Grabo vídeos y los subo a internet. No he hecho nada malo». Me escuchó y, para mi sorpresa, se alegró. Desde entonces, mi madre se ha convertido en una de mis aliadas más fieles, incluso aunque no siempre entienda del todo a qué me dedico.
Soy un puente entre culturas
En casa hablo con mis padres en su idioma, cocinamos platos tradicionales, celebramos las fiestas, bailo con la música de mi cultura — y me siento orgullosa de ello. Desde pequeños, mis padres nos enseñaron nuestra lengua materna, y se ha mantenido viva. Sí, algunos dicen: «Pareces europea», pero yo conservo todo lo relacionado con nuestras costumbres y nuestra fe. Y, al mismo tiempo, vivo en la cultura europea. No me “he adaptado”: nací aquí y tomé lo mejor de ambos mundos.
Esa mezcla también se refleja en mi pódcast. He llevado allí los valores que me transmitieron mis padres: el respeto a los mayores, la manera de hablar, de expresarme. Pero lo más importante es el simple hecho de que una mujer de mi comunidad salga al espacio público y no tenga miedo a ser juzgada. Creo que mañana muchas chicas podrán decirse a sí mismas: «Yo también puedo».
Activismo sin consignas
Para mí, uno de los temas más importantes dentro de la comunidad africana sigue siendo la salud mental. Vivir en dos, o a veces en tres culturas —la propia, la catalana y la española— significa enfrentarse constantemente a cuestiones de identidad. En la adolescencia yo misma lo sentía: para los blancos era “no tan negra”, y para los negros era “demasiado clara”.
El racismo, por supuesto, existe, pero no quiero asumir el papel de víctima. Mi manera de hablar de ello es simplemente ponerme frente a la cámara y mostrar: nosotras, las chicas negras, podemos estar en los medios, podemos crear proyectos, y no necesitamos dar explicaciones. Para mí, el activismo no son consignas, sino el simple hecho de estar presentes.
Durante mucho tiempo pensé que no influía en nadie. Pero ahora entiendo que mi voz realmente tiene importancia.
Visions and Talks:
un espacio donde se puede hablar
Empecé el pódcast casi por casualidad. Simplemente sentí que, si le das a una persona un espacio donde pueda relajarse y hablar con libertad, eso ya tiene un valor enorme. Así nació Visions and Talks. El nombre me vino en un tren: “Visions” porque cada uno tiene su propia visión de la vida, formada por su cultura y su experiencia, y “Talks” porque se trata de una conversación donde lo más importante es escuchar.
Me encantan especialmente esos momentos en los que, después de grabar, los invitados se sorprenden: «¿De verdad ya pasó una hora?». Entonces sé que la charla ha funcionado, que nos hemos inspirado mutuamente, y que esa energía llegará también a los oyentes. Para mí es fundamental crear precisamente ese tipo de espacio, donde se pueda hablar y ser escuchado.
La primera generación
que cambia las reglas
En España ya existen numerosas asociaciones africanas: Juventud Africana Negra, Puerta de África, Winner Circle Collective y muchas más. Y está también mi asociación, todavía en sus inicios, pero con grandes planes por delante.
Todos compartimos un mismo objetivo: ser la primera generación de afrodescendientes que no solo sobrevive, sino que crea, sueña y construye proyectos. Nuestros padres fueron los primeros migrantes: llegaron para trabajar, mantener a sus hijos y darles una educación. Les estamos agradecidos por ello. Pero ahora nuestra tarea es ir más allá. África es inmensa y en ella hay innumerables culturas. Pero justamente ahí radica nuestra fuerza: aprendemos unos de otros y nos entendemos, aunque hayamos crecido en países distintos.
Nuestra tarea es darnos voz
y visibilidad mutuamente
Grabo el pódcast en tres idiomas —español, inglés y francés—. Así conocí a Bak y a Arnaut, y juntos empezamos a invitar a invitados que no hablan español. Sí, no es fácil, ya que mi audiencia principal es hispanohablante. A veces escucho escepticismo: «No vas a lograr nada en inglés o en francés». Pero entiendo que la gente simplemente no ve la visión que tenemos nosotros.
Un día, en mi trabajo principal en la farmacia, se me acercó un chico angloparlante. Me reconoció y me dijo que había visto mi pódcast. En ese momento sentí que todo lo que hago realmente tiene sentido.
Para mí, el pódcast es mucho más que un medio. Es un espacio donde diferentes personas y culturas se encuentran y se conectan. Tenemos mucho más en común de lo que nos separa. Y por eso nuestra tarea es darnos voz y visibilidad mutuamente. Para los migrantes esto es especialmente importante: somos minoría, pero juntos podemos brillar.
Monina Somere
Nuestros invitados